¿Por qué se produce la resaca?
Para conocer los procesos que desencadenan la aparición de los síntomas de la resaca, resulta imprescindible conocer, al menos, unas nociones básicas del metabolismo del alcohol, que puede realizarse en diferentes órganos, pero que en su mayoría se produce a nivel hepático.
En primer lugar, tras pasar por el tracto gastrointestinal, el alcohol ingerido es distribuido rápidamente por todo el organismo. Aquí conviene mencionar que la tasa de absorción depende de factores como el tipo de bebida alcohólica ingerida, si se consumen alimentos de forma simultánea o si se ingieren determinados fármacos, entre otros factores. Por ejemplo, la ingesta simultánea de alcohol con alimentos contribuye a reducir su velocidad de absorción.
Tras la absorción, la mayor parte del alcohol debe metabolizarse en el hígado. En un primer paso el etanol pasa a acetaldehído, transformándose posteriormente en otros compuestos. La mayor parte de síntomas relacionados con la resaca suele asociarse con el acetaldehído.
Sin embargo, cuando ingerimos una cantidad elevada de alcohol, el primer paso se satura y nuestro cuerpo activa otros sistemas para metabolizar el alcohol que conllevan la producción de radicales libres. Por esta razón, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas aumenta la cantidad de radicales libres que pueden alterar el funcionalismo normal celular, especialmente en el propio hígado.