El frío y la calefacción son los peores enemigos que pueden tener nuestros labios, y es que pensar que la mascarilla hace de protector nos puede llevar a descuidar una zona tan sensible y característica de nuestro rostro. Es más, el roce de la mascarilla con los labios puede crear heridas, deshidratación y sequedad por lo que, habría que ofrecer unos cuidados extra para mantener la salud de nuestros labios.
Esto nos lleva a replantearnos nuevas rutinas de belleza de cara al invierno ¿por qué? Por si no lo sabías, nuestros labios son muy vulnerables a los cambios, carecen de glándulas sebáceas y no están protegidos al igual que el resto de nuestra piel.
Por ello, es importante y conveniente el aplicar hidratantes que puedan contribuir a crear una barrera reparadora que pueda conservar la hidratación de la zona. Estos deben estar protegidos a lo largo del día aunque no lo creas amiga ¡que la mascarilla no nos protege de la radiación solar! Para ello, es necesario aportarles a nuestros labios un toque de protección solar y vitamina E como antioxidante ¿lo sabías?
¡Ah y no puedes confiarte! Y es que, por la noche, aunque estemos refugiadas en el calor de nuestro hogar, debemos hidratar nuestros labios, al menos antes de irnos a la cama, así que no escatimes en hidrata con intensidad esos labios que tanto te caracterizan.