- Hipersensibilidad que se traduce por prurito, escozor, cosquilleo o incluso tricodinia, esto es, dolor en la raíz del folículo piloso.
- Eritemas, enrojecimiento o alteraciones en la zona.
- Alopecia. Es posible que coincida con algún tipo de alopecia como la androgénica o el efluvio telógeno.
- Debilidad en el pelo. Por otro lado, el rascado como consecuencia del picor puede dañar las raíces del cabello debilitándolo y propiciando, a su vez, su caída.
- Sequedad y sensación de tirantez incluso sin tener el cabello recogido.
- Caspa. Es posible que el picor que provoca el cuero cabelludo sensible pueda revelar cierto tipo de caspa.
Si los síntomas sólo incluyen hipersensibilidad y dolor, sin otro tipo de manifestación observable a simple vista, el diagnóstico puede requerir del uso de un microvisor capilar.